Sin las vacunas estamos expuestos a enfermar gravemente o quedar discapacitados por enfermedades como el sarampión, la meningitis, el tétanos o la poliomielitis. En el mundo interconectado de hoy, las enfermedades infecciosas pueden traspasar fácilmente las fronteras e infectar a cualquier persona que no esté vacunada. Dos motivos clave para vacunarnos son protegernos nosotros mismos y proteger a quienes nos rodean. A algunas personas no se las puede vacunar: por ejemplo, a bebés que no tienen la edad suficiente, o a personas que padecen enfermedades crónicas o que siguen tratamientos que afectan a su sistema inmunitario. Para estar protegidas, esas personas dependen de que el resto se vacune.
#LasVacunasFuncionan para todos