En respuesta a la transmisión comunitaria de la COVID-19, Nueva Zelandia aplicó una serie de medidas para contener el virus, entre las que se incluían la realización exhaustiva de pruebas, el rastreo de contactos y una comunicación clara y coherente con la población. El 8 de junio de 2020, el Gobierno informó de que ya no había transmisión activa del virus en el país, pero subrayó que había que mantenerse alerta. Este video cuenta la historia de la respuesta de Nueva Zelandia.
Más información: https://www.who.int/es/home
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